El amor en la mitología

En la mitología Egipcia, puede hallarse el símbolo del amor físico; cuyo ser supremo era el buey Apis, el dios Khem el engendrador, y la diosa Hátor, identificada con Venus, que se fecunda a si misma.

En la mitología Griega, Afrodita diosa resplandeciente de la belleza, encarnación del amor carnal y la más popular de las divinidades de la mitología griega. Según Homero, fue hija de Zeus y de Dione, mientras que para Hesiodo, la diosa nació en el mar, cuando Cronos, mutiló a su padre Urano. Los despojos de este último flotarón largo tiempo sobre las aguas produciendo una espuma de la cual nacio la Virgen: Afrodita Anadiomena. "La mujer nacida de las olas" o "nacida del semen de dios" que se transporta en un carruaje de concha de mar arrastrado por delfines. Ella tuvo varios consortes como: Marte, dios de la guerra con el que concibe a Cupido, dios del amor. También fue su amante Vulcano, el dios del fuego; pero su relación más apasionada fue con "Adonis", dios de la vegetación y de gran belleza física.

Eros dios del amor humano hijo de la unión de Iris y de Céfiro. Era un niño cruel y veleidoso que tiranizaba a los dioses y a los hombres. El poder y la acción de Eros se ejerció principalmente en primavera, cuando la tierra se cubría de flores, Eros abandonaba la isla de Chipre para ir entre los hombres y esparcir la fecundidad por todo el mundo. Es Cupido en la mitología Romana.

Venus diosa asimilada a la Afrodita Griega, era la encarnación del amor, de la primavera, de la belleza y de todos los encantos de la naturaleza.

¿Que estarías dispueta(o) hacer por lo que tu consideras amor? ¿Que no te pase lo que a Dafne o Apolo?:

Apolo pese a sus atributos de juventud, fuerza y belleza no pudo seducir a Dafne, hija del río Peneo, doncella de extraordinaria belleza. La violenta pasión del dios y sus súplicas no lograron vencer la resistencia de la casta ninfa, que sólo amaba los placeres de la caza y de la vida al aire libre. Un día Apolo sorprendió a Dafne en el bosque y la virgen, aterrada, huyó, perseguida por el dió. Cuando éste iba a darle alcance, Dafne invocó a Gea, e inmediatamente la tierra se abrió bajo sus pies convertidos en raíces, su cuerpo fue cubriéndose de corteza y su cabeza trocóse en follaje. Apolo únicamente pudo abrazar un tronco y, en memoria de la doncella que había deseado tanto, se coronó con hojas del oloroso árbol que se convirtió en símbolo del dios.